Después de un mes lleno de alegría, ilusión, juegos, disfraces, talleres, cocina, y en definitiva, un mes de Julio lleno de niños e inocencia, llega la despedida. No es una despedida triste, es feliz y llena de buenas intenciones.
Las expresiones “chipi bien”, “genial”, “lo mejor del mundo”, se han sucedido esta mañana para describir como lo han pasado este mes los chavales.
Pero, ¿Por qué ha sido un mes tan chupi?
Porque los niños no han parado, han disfrutado con libertad “algo muy importante porque también son sus vacaciones”, ha comentado Bea, una de las madres trabajadoras.
Algo que ha fascinado a los chavales ha sido la temática de cambiar de edades históricas “me ha gustado la máquina del tiempo, hemos conocido diferentes épocas del tiempo, como iban vestidos y las manualidades y juegos que se hacían”, ha comentado Sara, la mayor del grupo, a lo que Nico, uno de los más peques, ha añadido “a mí lo que más me ha gustado es el disfraz de la cruz roja” (era el disfraz de medievales que puede verse en la imagen).
De entre las actividades que han llevado a cabo han mencionado algunas como la batalla de agua, “Dani nos mojó a todos mucho”, ha asegurado Cíes.
Sin embargo, como mejor se lo ha pasado Inés ha sido jugando con Lucho, pero… ¿quién es Lucho Inés?, “es el conejo del Centro Ocupacional, jugamos con él, le dimos de comer, lo acariciamos…”
A Adrián y Cíes les ha gustado mucho el taller de los pingüinos, “hicimos el cuerpo con un rulito de papel higiénico”, ha dicho Adrián. “Sí y luego le pegamos el pico, los ojos y las patas”, ha añadido Cíes.
Lo que más le ha gustado ha Sergio ha sido los taller de cocina, ¡hicieron unas galletas y unas madalenas para chuparse los dedos! Ni los mejores chefs se hubiesen imaginado tanto talento en personas tan pequeñas… ¡Temblad estrellas Michelín que aquí están las nuevas promesas culinarias!
Para la educadora ha sido un placer disfrutar de este mes con los niños, “mi mejor recuerdo son ellos, me quedo con todos ellos, con magníficos”, ha afirmado Ana.
La única complicación ha sido combinar todas las edades pero Ana ha conseguido que los chavales colaborasen mutuamente para que todo fuese sobre ruedas. “Además los educadores me han facilitado muchísimo la tarea, ha sido un sí a todo”, ha agradecido Ana.
“La educadora ha sabido congeniar con los chavales, se nota porque vienen aquí contentos y de hecho quieren venir cada día”, ha dicho Bea, una de las madres. Además ha añadido que “como madre trabajadora este recurso es buenísimo porque pueda estar trabajando tranquilamente sabiendo que mi hija está atendida”.
Pero los niños quieren despedirse de su educadora Ana, y estas son las palabras que han querido dedicarle:
- Alex: Es buena, pero no me deja jugar al fútbol en el centro…
- Inés: Ana es la mejor del mundo.
- Cíes: Es muy buena y se ha portado muy bien con nosotros y nos ha cuidado mucho.
Y como por todos es sabido, las palabras más sinceras son las proferidas por los niños, por ello, enhorabuena Ana, por tu trabajo y dedicación.
Feliz Verano
Beatriz Gracia- Comunicación Kairós
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