Cada vez son más las noticias
sobre jóvenes, o familias que deciden alejarse de las grandes urbes para
volver a desarrollar sus vidas en las zonas rurales.
También hemos podido observar
como han aumentado el número de voluntarios y colaboradores en entidades
sociales sin ánimo de lucro, con el único fin de conseguir un mundo mejor y más
justo.
La situación actual tiene a la
sociedad en vilo, ante esto es ella misma la que se reinventa y renueva
apostando por una vida más social, más en comunidad. Una vida más tranquila auspiciada en el compromiso con los demás y la sostenibilidad.
Los políticos tratan de encontrar
un punto de equilibrio basado en recortes del Estado de Bienestar que todo ser
humano debería tener, pero, ¿qué es el bienestar?
Cada uno puede tener un
significado más o menos exigente, pero en la boca de todos aparecen palabras
como sanidad, educación, vivienda…
Pero, ¿qué es en realidad el
Estado de Bienestar?, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se
trata del sistema social de organización en el que se procura compensar las deficiencias e injusticias de la economía de mercado con redistribuciones de renta y prestaciones sociales otorgadas a los menos favorecidos.
¿Y si ese estado de bienestar desapareciese? Entonces es
cuando deberíamos inventarlo nosotros mismos, como ya están haciendo muchas
personas "que no son alemanas". Cuando esto falla es cuando el ser humano recuerda su valor principal,
la humanidad.Porque como dijo Mahatma Ghandi: " No debemos perder la fe en la humanidad que es como un océano: no se ensucia aunque algunas de las gotas estén sucias".
Es tiempo de ser humanos, de compartir, de ser solidarios,
de vivir de forma sostenible. De detener un rato nuestro ajetreo diario y
observar lo que nos rodea, si lo que vemos nos gusta, adelante, pero si no es
así, actúa.
Nos hemos acostumbrado a pasar por la vida de puntillas,
casi sin atisbarla, alejando aquello que nos hacen sentir
incómodos.
Ahora deja de leer, y haz una retrospectiva de unos
segundos, no más, y sopesa cuánto has hecho y cuánto podrías hacer para pisar
con fuerza en tu vida.
Puede que la huella que dejes sea insignificante en el mundo, o puede que tu huella consiga la felicidad de una persona en el mundo...
Beatriz Gracia- Comunicación Kairós
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